Si hay algo en lo que casi todos los colombianos estamos de acuerdo es en que nuestra televisión es mala. Poca variedad, poco contenido y repetición de las mismas fórmulas hacen que muchísima gente solamente vea fútbol en los canales nacionales. Esto se refleja en las mediciones de Rating de IBOPE en las que los niveles de audiencia han caído dramáticamente desde que se tiene en cuenta el incremento en la cobertura de la televisión por suscripción en el país. Obviamente, Caracol y RCN salieron a llorar, a descalificar la medida, a decir que la medición no es fiable y anunciaron que se apartarían de la medición.

Hace diez años cuando salieron los canales privados muchos esperaban que hubiera más variedad y mejor calidad pero la realidad fue otra, porque se quebraron los canales estatales y quedamos a merced de una competencia para establecer cuál copia mejor al otro. La gente que no quiere ver novelas de colombianos hablando mexicano, "El Desafío 20__", "El Factor X_" o la típica novela-comedia puede pagar por un sistema de cable cada vez más barato y con mejores opciones. Lo lógico es que en la medida en que la televisión paga aumenta su cobertura, así lo hace su audiencia e igualmente caen las de RCN y Caracol. Esto repercute obviamente en la pauta publicitaria que cada vez se dirige más hacia la televisión cerrada y pone en aprietos a la abierta.

Para contrarrestar esta tendencia, lo más sensato es mejorar los contenidos y trabajar en nuevas propuestas. Pero eso requiere mucho esfuerzo, así que lo mejor que encontraron para hacer era echarle la culpa a IBOPE por incluir la televisión por suscripción, por hacer una medición en la que se vea reflejado lo que de verdad la gente está viendo. Es como nuestros insignes futbolistas que siempre le echan la culpa al árbitro o al estado de la cancha o a la prensa o a quién sabe qué menos a su bajo rendimiento. Señores de Caracol y RCN: no por descalificar la medición de IBOPE van a recuperar los niveles de audiencia que antes tenían. Con o sin medición de rating se sabe que la televisión por suscripción gana cada vez más terreno y ofrece la posibilidad de pautar en segmentos más específicos. En lugar de andar protestando deberían dedicarse a mejorar la programación.