Hace algún tiempo estuve en una obra en la que al finalizar el director se dirigió al público haciendo un reclamo generalizado sobre la falta de apoyo de las instituciones gubernamentales y se preguntaba por qué el secretario de cultura no estaba en el recinto. Yo en mi mente ya tenía la respuesta: qué va a querer perder su tiempo en una obra de tan pésima calidad, con un reparto tan mediocre y una preparación que deja tanto que desear. Tal vez esa no fue la razón del secretario, pero sin duda sería la mía. Ahora que recuerdo el acontecimiento me pongo a pensar que esta situación se repite en la mayoría de los artistas de toda índole. Resumiendo: "Queremos que el gobierno nos subsidie porque le hacemos un bien a la comunidad" u otra peor: "El gobierno es el culpable de que no se fomenten este tipo de expresiones culturales". Y es en este caso donde tenemos un serio problema pues es una tendencia generalizada a delegar responsabilidades y a culpar al enemigo común que tiene la mayoría de los colombianos, el Estado. ¿Cómo le exigen que proteja una identidad cultural que no existe y que muchos menos se han tomado la molestia de construir? Y van todavía más lejos, el pueblo también tiene la culpa por no ir y apoyarlos, por "no entenderlos", cuando ni siquiera se han tomado la molestia de llegar a su público (público que ni siquiera se han tomado la molestia de crear).

Resumiendo: "Todos tiene la culpa menos yo (esta palabra si que les gusta: YO)". Acéptenlo, a nadie le interesa, o porque está demasiado fuera de contexto o porque está muy mal hecho. Si quieren obtener algo, trabajen por ello.