Me ponen a escribir en Critica Destructiva mis amigos Galo y Octav. Dicen que el blog está cumpliendo años y que es una especie de celebración. Muy inteligentes me parecen: Cumplen años ellos y otros son los que se devanan el cerebro para escribir algo medio decente.

Acepto. Primero porque son amigos, son del pueblo y los conozco personalmente. Dos, porque es un blog interesante y exitoso (por lo menos más exitoso que el mío) y no se pueden perder esas oportunidades. Y tres porque le hace bien al ego el que te pidan que escribas un artículo para otro blog. Ya me había pasado para un artículo del también exitoso BlogJuan y todos esas invitaciones van para eso que llaman palmarés.

Primer problema que tengo al frente: ¿De que escribir si no piden ningún tema? No sé ustedes pero en esas situaciones la hoja se me hace más blanca y las letras del teclado parece que me esquivarán. ¡Menudo lío! Además si se me ocurre un tema mejor lo aprovecho para Piso Tr3s que bien necesita que me inspire por estos días.

De modo que voy a escribir de algo que siempre me llamó la atención de Crítica Destructiva (por cierto muchachos ¿no han registrado el nombre? ¡¡Pilas!!) y es que es un blog de grupo o mejor dicho en este caso escrito por dos. Y que según la leyenda el blog arrancó como una alternativa para que sus conversaciones sentados frente a una cerveza no se perdieran en el infinito. Buena idea, aunque a decir verdad por el resultado es evidente que a ustedes el alcohol en vez de embotarles el cerebro antes se los afina. Ojalá a todo nos pasara lo mismo.

Un blog de dos. Así como la historia biblica habla de David y Jonatán o como en la literatura el Quijote y Sancho, o en el cine el Gordo y el Flaco o para no irnos tan lejos acá mismo en Colombia Eduardo Arias y Karl Troller en los tiempos de Zoociedad un proyecto hecho con amigos que al fin y al cabo son los hermanos que uno escoge. Eso me llamó la atención de este blog y es que ustedes son tan parecidos que no sabríamos quién escribe qué si no nos lo dijeran. Y salen cosas muy interesantes como se ve por la cantidad de lectores que vuelven y están pendientes cada que actualizan para comentar las ácidas críticas que publican.

Como la serie que publicaron sobre los seudointelectuales en las que más de uno nos sentimos identificados pero nos hacemos los bobos y entramos a comentar que sí, que es muy cierto, que muy bonito, mientras uno se pregunta por dentro ¿qué hice para quedar en evidencia?

No sé cuanto más siga existiendo este blog. Nadie sabe estas cosas mucho más en un medio en el que millones de blogs nacen mientras otros tantos desaparecen. Pero mientras siga existiendo seguiré haciendo la tarea de seguir pasando. Y ustedes sigan haciendo la tarea de criticar destructivamente.

Sigan haciéndolo que todavía quedan muchas cosas por criticar ¿no?