Hay ciertos factores que determinan la brecha digital entre países que pasan desapercibidos para la mayoría de personas. Aparte de la cobertura, el ancho de banda, el QoS y el conocimiento de las herramientas que Internet brinda, hay un factor muy importante y es el del acceso a productos y servicios en línea. En ese aspecto los colombianos estamos muy atrasados.

Los portales en línea de nuestros bancos son pésimos, y algunos, como ocurre con Bancolombia son cada día más limitados y confusos. El impulso a la banca virtual les ahorraría costos a los bancos puesto que tendrían menor congestión en las sedes físicas pero al parecer poco les importa. Hay otros servicios en los que el país sale bien librado, como lo son las reservas y compra de boletas para ir a cine y a otros espectáculos, como conciertos. Ahí hemos avanzado bastante. Lo mismo para la compra de tiquetes aéreos en línea en el caso de Avianca.También cabe destacar el caso de Virtualexito que se ha convertido en una nueva forma de recibir dinero del exterior. Sin embargo, son muy limitados los servicios en ese sentido que se prestan actualmente en el país. Pero el problema mayor no es ese, donde podemos darnos cuenta de las dificultades para los colombianos es en el comercio internacional en línea.

Son pocas las tiendas en línea internacionales que venden directamente sus productos a Colombia. La mayoría de las veces es necesario enviarlo a una dirección en Estados Unidos y de allí esperar que nos lo envíen, sea mediante un servicio de casilla de correo o enviándolo a algún conocido que viva allá. Esto hace que los costos crezcan y que sea mucho más engorroso acceder a estos servicios. Pero si para comprar productos y servicios el asunto es complicado, para recibir pagos en línea lo es todavía más. Aparte de la incompetencia de nuestra banca tenemos que aceptar que para el resto del mundo los colombianos no tenemos nada qué vender en línea (o no deberíamos hacerlo, ahí sí no sé) y servicios como PayPal no permiten a sus usuarios en Colombia recibir fondos. Ahí sí que se complica la cosa. Para que un colombiano reciba dinero en línea tiene tres opciones: pagar por un servicio costoso, montar su propio sistema de pagos en línea(inviable en la práctica)o utilizar una cuenta en otro país y hacer un giro lo que hace más difícil el asunto y que los costos y tiempos sean mucho mayores. Mientras no solucionemos estos problemas la brecha digital seguirá siendo grande por más acceso masivo a Internet de banda ancha que tengamos.