El gentío fue impresionante. La gente no cabía en la Plaza de las Esculturas, lugar de encuentro dispuesto por los organizadores para la marcha. Frente al Museo de Antioquia se organizó una tarima en la que gente de todas partes del mundo desfiló para dar un mensaje de apoyo a los manifestantes y de rechazo a las FARC. Entre más lejos era el sitio de donde venía el orador más estruendoso era el aplauso, como premiando cada kilómetro que tuvo que recorrer para llegar a Medellín. Había todo tipo de gente con todo tipo de pancartas y de mensajes en sus camisetas: muchos con la oficial, otros con mensajes alusivos al "acuerdo humanitario", otros con mensajes de Noviolencia, otros con camisetas de "Chávez, go home" con el logo de Juan Valdez y otro tipo de mensajes anti-Chávez y anti-Piedad Córdoba, otros con fotos de algún pariente secuestrado, etc, etc, etc.

La marcha tuvo un error de planificación, tal vez no esperaban bastante gente. El paseo peatonal de Carabobo es para que camine gente en un día normal, no puede soportar miles de personas al mismo tiempo y menos con pasacalles que le hacían honor al nombre, puesto que ocupaban cuadras enteras. Por esto muchos de los presentes tuvimos que tomar la calle Cundinamarca (una cuadra más abajo) y competir con los carros y los buses por la vía. Afortunadamente de forma extraña los conductores fueron sumamente respetuosos. Los vendedores de frutas de esta calle se dieron a la feria del sobreprecio, cobrando el triple por sus mandarinas y sus uvas. Hasta las prostitutas que habitualmente están cerca a La Cascada pitaban y gritaban, tal vez esperando que algún posible cliente decidiera "marchar con ellas". El lunes de zapatero se suspendió en las cantinas de la zona, se escuchaban tangos a todo volumen a su entrada pero estaban todas vacías.

La plaza de Cisneros (ahora llamada Parque de La Luz), sirvió para que muchos presenciaran desde allí el acto principal. La Alpujarra estaba repleta, algunos medios hablan de 500000 personas, yo soy muy malo para hacer esos cálculos, no sé qué tan exagerada o acertada sea esta cifra. Luego me enteré que las marchas desde La América y desde El Poblado habían llegado también hasta este sitio. Aquí la variedad de camisetas, pancartas y pasacalles sí que se hizo notar. Nuevamente anti-FARC, anti-secuestro, pro-acuerdo humanitario, pacifistas, anti-Chávez, anti-Piedad, el tradicional Libérenlos YA!!, Hecatombe, y otros tipos de mensajes aparecieron en el lugar. Hasta había uno de boina Chavista con el logo de Sí al referendo por ahí. Hubo lluvia de volantes por todas partes, para todo tipo de causas por las que se marchó, algunos aprovecharon para darse publicidad a costa de la marcha como el volante de la imagen. Sin embargo, aquí sí que fue cierto que el mensaje de No a las FARC quedó claro, el rechazo a sus acciones fue lo que marcó la jornada, más allá del resto de motivos que pudieron verse. En los altavoces pusieron música de Diego Torres (para mi desgracia) y luego comenzaron a desfilar personajes en la tarima. Inicialmente habló uno de los organizadores, luego habló el alcalde de Medellín Alonso Salazar, luego el gobernador de Antioquia Luis Alfredo Ramos y finalmente el arzobispo de Medellín, Alberto Giraldo. Esto me pareció muy inapropiado puesto que se trató de una iniciativa ciudadana y tanta lagartería me disgustó. El evento finalizó con un concierto del grupo Suramérica (tampoco me gusta pero ni modo). Al final la salida fue ordenada, aunque como era de esperarse era muy complicado conseguir taxi o bus.

De la marcha me quedaron diferentes sensaciones. Primero que todo quedé muy contento porque a pesar de todo lo que se dijo la marcha fue todo un éxito e incluso con la multiplicidad de mensajes vistos hubo uno que quedó muy claro: El rechazo a las FARC. También me gustó que personas con diferentes puntos de vista marcharon sin que se presentara ningún incidente. No me gustó ver cómo desde varios sectores se aprovecharon de la manifestación para promover sus intereses: no me gustó ver políticos hablando desde la tarima, no me gustó la actitud de quienes rechazaron la marcha luego de su realización desconociendo el significado de la movilización. Vergonzosa la actitud de aquellos que dijeron que era una "marcha del paramilitarismo", solamente a alguien con una mente muy retorcida se le puede ocurrir que protestar contra las FARC es legitimar a los paramilitares. Para finalizar, espero que esto no se quede en un hecho anecdótico sino que se convierta en un mecanismo de presión contra las FARC. ¿Que a las FARC no les importa? A nosotros sí nos importa, y el imperativo moral es mayor que cualquier cosa. ¿Que por qué no se marchó contra el paramilitarismo? A quienes hacen ese cuestionamiento los invito a organizar una marcha contra los paramilitares, desde este blog los apoyaremos.